PRIMER VIERNES DE MES FEBRERO



LA GRAN PROMESA

Hoy, primer viernes de febrero, el quinto mes seguido de los nueve meses seguidos que pides, Sagrado Corazón de Jesús, para entrar en el beneficio de tu Gran Promesa, vengo a ti, Jesús Sacramentado, cargado de deseos e inquietudes, casi quejas. Siento el peso de mi existencia y la llamo “cruz”. Te los expreso así:

¡Quién me quitara la cruz - expresión cristiana y sinónima de sufrimiento - y a las rosas las espinas! ¡Quién tornara luminosas mis noches oscuras, ciegas, sin luz! ¡Quién cambiara en cuna mi ataúd que tanto temo, a la vez que me siento lleno de cizaña y trigo, mientras vivo en esta realidad social que a veces se me antoja dura y a veces atractiva y grata!

Ante estas triples exclamaciones, íntimos requiebros de mi alma, te pido, Jesús Sacramentado, que hagas vidas sin cruces, rosas sin espinas, días sin noches, cunas sin ataúdes y trigales sin cizaña.

Jesús de Nazaret, te necesito, espero en ti y añoro tu amor e intuyo ser seducido y transformado por tu Palabra, que es Espíritu y Vida. Tengo sed de ti, Señor, y de tu Corazón, abierto por la lanza, veo salir Agua Viva. ¡Gracias!



Confío en ti, Señor …

                                Tu Palabra es eterna …

                                                                       En Ella esperaré …

                                                                                      Tu Palabra es luz en mi sendero …

 
 
P. Félix Ramos, CP.

feralo34@hotmail.com