BENDECIR EN CUARESMA


BENDECIR EN CUARESMA
 es tomar parte en una de las preciosas definiciones de la palabra bendición o bendecir; es impartir capacidad, favor, dirección para prosperar, tener éxito. El Bendito es Dios, la Bendita entre las mujeres es María Santísima, Bendito es el fruto de su vientre y Benditos los pechos que le amamantaron. Cuando bendecimos o somos bendecidos, la capacidad para prosperar nos es concedida a nuestra vida y la bendición pasa a ser parte inherente de nosotros, por lo que funciona en todo tiempo. Con esta concesión somos capacitados para el éxito, y todo lo que hacemos tiene resultados excelentes.

BENDECIR EN CUARESMA significa que el favor divino comienza a funcionar en nuestra vida de tal manera, que los detractores se ven motivados a favorecernos. ¡Qué importante es que comprendamos esta realidad y andemos a su luz! ¡El Espíritu de Dios está en movimiento!

BENDECIR EN CUARESMA es buscar la dirección espiritual para prosperar. Esto también es extraordinario, puesto que descubrimos con ella que siempre andamos en la voluntad de Dios, y progresamos en la dirección correcta.

BENDECIR EN CUARESMA es entrar en el grupo de quienes, por un tiempo, se aíslan de tanto ruido e información digital y hacen espacios de desierto en su corazón … para que el silencio se transforme en “soledad sonora”.

BENDECIR EN CUARESMA es renovar en cada persona que bendecimos nuestro compromiso de cercanía y presencia en sus circunstancias … y dar gracias a Dios que nos ha hecho reflejos de su amor y su perdón.

BENDECIR EN CUARESMA es abrir todas las ventanas de nuestra casa al sol de la ilusión, de la belleza, de la solidaridad, de la alegría … entonces damos la oportunidad de que el gozoso sendero cuaresmal haga brotar la flor de la Pascua. La bendición de la Misa, - triple en las solemnidades - es de suma importancia; la bendición en la reunión semanal de la Legión de María capacita a los legionarios para llevar a Cristo en sus trabajos de voluntariado parroquial en la pastoral de la salud, de la catequesis, etc; la bendición de los padres a los hijos los inmuniza del mal en la calle, y los fortalece para el bien en el estudio y en el trabajo. La práctica de la bendición es eficaz.

                           P. Félix Ramos Lores, c.p.