Pascuales 2


CANTAR EL ALELUYA EN PASCUA es celebrar el Misterio Pascual (pasión, muerte y resurrección del Señor), es decir, vivir y celebrar los sacramentos pascuales, bautismo y eucaristía. Estos nos hacen participar de los frutos de aquel. La gracia bautismal y eucarística es tan evidente que no debemos dejar pasar la ocasión que se nos ofrece de profundizar en la significación de nuestra vida de bautizados.

CANTAR EL ALELUYA EN PASCUA significa aceptar la salvación que Dios nos ofrece en su Hijo Resucitado, luchar contra el mal y sus causas, y adorar … porque la felicidad humana es tener experiencias de Dios a pesar del mal; el cristianismo tiene motivos para esperar más allá de la muerte, porque la gloria de Dios es la vida del hombre. Estos tres verbos: aceptar, luchar, adorar, son las actitudes que explicitan el protagonismo del Espíritu de Dios en la creación y el compromiso del hombre en la historia de la comunión fraterna, expresada en las obras de amor y de misericordia.

CANTAR EL ALELUYA EN PASCUA es celebrar el sacramento de la nueva creación; Dios, después de haber creado al hombre, sigue en el presente extendiendo su obra, que es una nueva humanidad, humanidad de mayor participación de su vida divina.

CANTAR EL ALELUYA EN PASCUA es celebrar en la Resurrección de Cristo que Él manifiesta su papel de nuevo Adán y de primer nacido de la humanidad nueva, humanidad a la que Pablo Apóstol añade con gusto los títulos de Hombre Nuevo, Hombre espiritual, Hombre interior.

CANTAR EL ALELUYA EN PASCUA no
es sólo traer a la memoria el acontecimiento milagroso de la salida de la tumba, sino tomar conciencia de que a partir de este momento un nuevo tipo de hombre ha venido al mundo, del que participamos por el Bautismo. ¡Aleluya!

                                  Félix Ramos Lores, c.p.