Reflexión Cuaresmal

Viacrucis 
¿por qué?

 Las estaciones del viacrucis -relatos trágicos de la Pasión de Jesús- , con expresión dolorida y comentario edificante y social, nos acercan a los primerísimos días de la Iglesia, y nos iluminan la Pasión humana de nuestros días.

Estos relatos son las primeras páginas del Evangelio que se "formaron" (utilizando el lenguaje del moderno "método de las formas") en la tradición oral y circularon entre los primeros cristianos.

En esa etapa predominaron los hechos; todo se resume en dos acontecimientos: murió-resucitó. La etapa será superada, nacerá el Kerigma apostólico.

Los creyentes se hicieron pronto la pregunta sobre el por qué de esos hechos, es decir, de la Pasión ¿Por qué padeció Cristo? Y la respuesta fue: "¡Por nuestros pecados!". Nace así la fe pascual, expresada en la célebre frase de Pablo, que da origen a la teología de la redención, fundamento de la fe cristiana: "Cristo murió por nosotros; fue resucitado para nuestra justificación" (cf. 1 Co 15, 3-4; Rm 4, 25).

Tenemos ahí los hechos: murió, resucitó, y el significado de esos hechos: por nuestros pecados, para nuestra justificación. La respuesta es completa: historia y fe forman un único Misterio Pascual.

Sin embargo, el problema de fondo vuelve a surgir: ¿Por qué murió por nuestros pecados? Y la respuesta que ilumina de golpe la fe de la Iglesia, como un resplandor de sol, es: "Porque nos amaba". ¡EL AMOR! "¡CRISTO NOS AMÓ Y SE ENTREGÓ POR NOSOTROS!" (Ef 5, 2). 


                                                              P. FELIX RAMOS, C.P.